Pacific Rim, una película en la que sabes qué va a pasar cinco minutos antes de que pase, podría pasar como una película más: es típica, es tópica, es predecible... si no fuera por algo muy importante, y es que es increíble. Guillermo del Toro intenta demostrar en cada fotograma que es un friki y que ama desde el corazón todas las series que vio en su infancia, y lo consigue con creces.
Por supuesto, no pierdas las más de dos largas horas que dura esta película si buscas una cinta sesuda en la que te expliquen el sentido de la vida: aquí vas a ver hostias como panes. Robots gigantes contra criaturas monstruosas venidas a través de una brecha dimensional.
Pacific Rim recupera la esencia de las historia clásicas japonesas, creando una perfecta simbiosis entre Godzilla y Mazinger Z. Además, y muy importante: esto no es Transformers. Aquí no veréis a la moza de turno (de hecho, vais a ver a más bien pocas muchachas...) paseando sus encantos ante la cámara. No encontrarás palabrería rebuscada para dar un tono épico a todo. En Pacific Rim todo ES épico, empezando por la escala.
Mi gafapasta interior echa espumarajos por la boca, pero el resto de mí está maravillado. No es una película de Bergman o Haneke, no cuenta con los guiones de Alan Moore, no tiene la profundidad del cine oriental... ni falta que le hace: es Guillermo del Toro siendo épico.
"Espectáculo visual", "frikismo sin precedentes", "orgasmo para los sentidos"... me quedo corto con todas estas expresiones. Pacific Rim es una película de frikis para frikis. Si de pequeño no disfrutaste con los Power Rangers, abstente de verla, porque te vas a encontrar con personajes arquetípicos y exagerados, que tienden a lo grotesco en algunos casos y que se acercan demasiado a lo absurdo.
Se trata, al fin y al cabo, de una mala película dirigida a un público muy concreto que va a disfrutar como si fuera la primera vez que ve la tele. Y me incluyo en esa descripción.
La verdad es que la película es muy mala... X_D
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