Está siendo un verano dedicado de lleno a Lost y a lecturas variadas, cada cual mejor que la anterior. Si ya comenté en la pasada entrada mi opinión sobre El Señor de las Moscas, hoy es el turno de 1984, de George Orwell, uno de los libros que, desde ya, más recomiendo. ¿Por qué no lo había leído aún? No lo sé pero, en mi opinión, es un libro que debería leerse varias veces en la vida, cada ciertos años, desde la escuela primaria.
"Winston comprendía queya estaba muerto. Le parecía que solo ahora, en que empezaba a poder formular sus pensamientos, era cuando había dado el paso definitivo. Las consecuencias de cada acto van incluidas en el acto mismo."
1984 muestra un Londres devastado por la guerra donde se mantiene el Status Quo a través de la vigilancia y la represión. El Gran Hermano, la figura representante del poder, vigila tanto lo público como lo privado para que ningún ciudadano piense siquiera en rebelarse. La historia no existe, porque es re-escrita una y otra vez según los intereses del poder, y la memoria es parte de una mente doblegada por los intereses de la clase dirigente desde la infancia. En esta distopía, Winston Smith dudará, y sus dudas le llevarán a descubrir la verdad sobre el mundo al que pertenece.
"Lo horrible era que todo aquello podía ser verdad. Si el partido podía alargar la mano hacia el pasado y decir que este o aquel acontecimiento nunca había ocurrido, esto resultaba mucho más horrible que la tortura y la muerte."
El libro de Orwell presenta una realidad extraña pero que, por sus formas de opresión, resulta conocida. Lo más llamativo es, de hecho, que se trate de un libro escrito en 1948, y no en los últimos años.
"En el fondo de tu corazón prefieres el viejo idioma con toda su vaguedad y sus inútiles matices de significado. No sientes la belleza de la destrucción de las palabras."
La historia se inicia durante la primera muestra de rebelión del protagonista que es, precisamente, expresarse: escribir clandestinamente en un pequeño diario comprado en secreto ya que, en esta distopía, la vida privada del individuo comienza y termina en una comunidad por la que se debe dejar arrastrar.
"La idea de ser un loco no le afectaba mucho. Lo que le horrorizaba era la posibilidad de estar equivocado."
Resulta interesante el mundo presentado por Orwell: un entorno tan opresivo en el que incluso se teme pensar por uno mismo porsi saben lo que se piensa, retorciendo hasta el extremo la idea del panóptico de Bentham y mostrando cómo la forma última de robar la libertad del individuo es privarle de su memoria. Así, no resulta sorprendente ver el diario que el protagonista comienza a escribir como una suerte de liberación, el único reducto real de privacidad que Winston puede encontrar en su vida cotidiana.
"Precisamente por lo extremo del peligro en que se hallaba había perdido la capacidad de actuar. Le sorprendió que en los momentos de crisis no estemos luchando nunca contra un enemigo externo, sino siempre contra nuestro propio cuerpo."
1984 es un libro de escritura sencilla aunque en ocasiones tediosa de leer, que abarca un mensaje complejo -la idea del poder a través del sometimiento- enmarcado por conceptos como el "doblepensar" o el sometimiento del pensamiento a través del lenguaje, unas ideas que, aunque parezca mentira, aun siguen vigentes en mayor o menor medida 70 años después de ser publicada la novela.
"Lo importante era que existiera esa habitación; saber que estaba allí era casi lo mismo que hallarse en ella."
En definitiva, se trata de una obra indispensable tanto por lo que supuso en su momento como por lo que supone hoy en día y, como decía al principio, un libro que no solo debería estar en toda estantería, sino que debería ser leído varias veces a lo largo de la vida (principalmente, para intentar en la medida de lo posible alejarnos de la distopía descrita en sus páginas... aunque, desgraciadamente, cada vez parecemos más abocados a ella).
"Los mejores libros son los que nos dicen lo que ya sabemos"
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