Entradas populares

jueves, 14 de noviembre de 2013

Bloodlines, el Castlevania olvidado

   
   
   Lo de “olvidado” no lo digo por mí, de lo contrario no hubiese escrito esta entrada, evidentemente, pero sí para el gran público en general, para el que es bastante desconocido, y hasta para la extinta revista Loading, que se lo dejaron en el tintero en un especial de la saga Castlevania que publicaron en el número 4 de la publicación, y que tuvieron que subsanar en el siguiente número llamándolo de esta forma: “El Olvidado”.

   Este Castlevania tiene hasta tres nombres distintos, según la región, Vampire Killer en Japón, The New Generation en Europa, y Bloodlines en América, nombre, este último, con el que suele ser más conocido. En Europa prefirieron eliminar la palabra “sangre” del título, cosas de la censura.
   
La reseña de Loading. Pinchad para leerlo.

   Vio la luz allá por marzo de 1994 para la consola Mega Drive/Genesis, cuando faltaba poco para que aparecieran PlayStation y Saturn. Aunque no es nada raro que apareciera tarde para esta máquina, de hecho casi todos los juegos de Konami tardaron en emerger en Mega Drive, en parte debido a la exclusividad que tenía Nintendo con esta firma, pero sobretodo por el pequeño “follón” que hubo entre Konami y Sega por la licencia del juego Frogger, cuyos derechos compró la compañía de Sonic a principios de los 80 para explotar en América extralimitándose en sus competencias, con merchandising de por medio, lo cual no sentó muy bien a Konami, provocando una ruptura entre ambos titanes nipones hasta bien entrados los 90. Y menos mal que las aguas llegaron a buen cauce, porque nos hubiésemos perdido juegos formidables como este Castlevania, los Tiny Toons, Rocket Knight Adventure, Contra Hard Cops (Probotector en Europa), o The Hiperstone Heist, el juego de las Tortugas Ninja.
   Al frente de este proyecto se encontraba Tomikazu Kirita como productor, personaje sobre el que no hay demasiada información, aunque se que entre sus proyectos se encuentran juegos como los mencionados Rocket Knight Adenture y Contra Hard Cops; y más recientemente fuera de Konami estuvo involucrado en títulos como Demon´s Souls o Ni no Kuni: La ira de la Bruja Blanca.
   Mención especial para otro de los componentes del grupo que desarrolló este título, la conocida compositora Michiru Yamane en su primer trabajo en la saga vampírica, antes de adquirir notoriedad con su posterior Symphony of the Night en el 97, concebido como obra cumbre de la dinastía Castlevania, gracias en parte por su contribución musical.

Michiru Yamane 

   Como os comentaba este juego fue algo menospreciado en su día, vapuleado por la prensa, convirtiéndolo casi en un juego de usar y tirar, recordemos que nos encontramos a principios del 94, casi al final de la etapa de Mega Drive, donde asomaban la cabeza algunos títulos de imponente apartado gráfico como Donkey Kong Country de Super Nintendo, y en el que los gráficos tridimensionales se nos echaban encima con la nueva generación. Y si además se le comparaba técnicamente con Super Castlevania IV, juego que había salido tres años antes, no le hacíamos un gran favor. Aunque yo pienso que, manteniendo la esencia Castlevania, son dos juegos distintos, cada uno a su manera, pero los dos geniales.

La nota de Hobby Consolas en su día.

   Para empezar, el apartado visual de Bloodlines es parco en colorido, algo que ya sabíamos de los juegos de Mega Drive, que solo es capaz de mostrar 64 colores simultáneos en pantalla (a no ser que se haga algún truquillo para ampliar este número) de una paleta de 512 disponibles. Pero sinceramente, en un juego de esta temática, donde los escenarios lúgubres y tenebrosos adquieren total protagonismo, para qué queremos tanto colorido, ni que fuese un juego de Sailor Moon...
   También se le criticó el pequeño tamaño de los protagonistas, algo que tampoco nos pillaba de nuevas en esta consola. Quizá no era capaz de mover pixeles mastodónticos como Super Nes pero los que movía los movía con mucha holgura y estabilidad, sin provocar ningún glitch ni parpadeo, convirtiendo al juego en uno de los Castlevania de movimiento lateral más ágiles y rápidos que he jugado. Famosa es la consola por su dominio con los “matamarcianos”, juegos veloces y dinámicos, que hacían palidecer el catálogo de “shooters” de la competencia.

Publicidad del juego

   Sea como fuere este juego me parece a todas luces un prodigio técnico para la consola, con grandes enemigos finales, incluso alguno pseudo tridimensional, reflejos de los decorados en el agua, como los de la segunda fase, movimientos de escenarios como los de la Torre de Pisa (si, aparece en el juego) o la fase final… que bueno, no os cuento más, os llevareis una sorpresilla.
   Eso si, el sonido de este juego era bastante irregular. Por un lado las maravillosas partituras de Michiru Yamane convertían nuestra “Mega” en un instrumento musical que desprendía de su interior una de las mejores bandas sonoras de la consola, aspecto que se contradecía con los molestos efectos sonoros, casi desagradables en algunos momentos, esos cristales rotos de la primera fase aún chirrían en mis oídos. Pero bueno, otra lacra conocida de la consola, tampoco era culpa del juego.
   En cuanto a la jugabilidad nos topamos con el modelo clásico de Castlevania, avanzar de un punto A a un punto B arramplando con todo bicho que encontremos por el camino, dando buena cuenta de ello con nuestro Vampire Killer o con la lanza Alcarde (¿?). Si, porque una de las principales novedades del juego es que podemos elegir desde el principio entre dos personajes John Morris y Eric Lecarde, cada uno con su respectiva arma. El primero de ellos es un tejano (si, un yanqui) heredero del Vampire Killer (el arma que puede matar a Drácula, legado del clan Belmont; para despistados); y atención, Eric es segoviano, aunque con ese nombre no me lo creo mucho.
   Esta entrega mejora para mi gusto muchos aspectos de juegos anteriores, como por ejemplo el hecho de poder saltar en las escaleras, una tontería, si, pero una tontería que en juegos como Super Castlevania IV frustraban una barbaridad, y que aporta mucho dinamismo al gameplay. Los personajes adquieren mucha agilidad y ligereza, ya dije que el juego es rápido, hasta en la versión Pal. Cada uno tiene sus propias habilidades, John puede balancearse con su látigo para llegar a lugares lejanos, mientras que Eric puede usar su lanza como pértiga para encaramarse a lugares más altos.
   A parte de las armas principales seguiremos contando con las típicas subarmas, un clásico de todo Castlevania, aunque en esta ocasión se ha prescindido del cuchillo, por tanto volveremos a ver el hacha, el agua bendita y el crucifijo, que esta vez ha sido cambiado por un bumerang, cumpliendo la misma función que hacía el crucifijo. Casi mejor así porque nunca entendí muy bien el concepto de “crucifijo-bumerang” que vuelve al arrojarlo…

La "casi" portada de TodoSega 

    Para poder usar estas subarmas debemos recolectar un ítem, que hasta ahora eran corazones, pero que han sido reemplazados por una especie de joya (tampoco entendía muy bien lo de los corazones para el arma secundaria), así que mientras más pedruscos más veces podremos utilizar la correspondiente subarma. Subarma que esta vez se acciona con un tercer botón, cosa que se hace rara, acostumbrado a otros Castlevania antiguos en los que debíamos pulsar a la vez arriba y botón de acción. De hecho, si hacemos esta misma acción con el botón de subarma en este juego el protagonista lanzará una especie de magia con el subarma que llevemos equipada, restándonos aún más puntos de la barra de subarma. Y no olvidéis golpear de vez en cuando las paredes a ver si encontráis un jugoso trozo de carne que os rellene parte de la vida, como todo buen Castlevania que se precie.
   Por supuesto este juego está a la altura de sus predecesores en cuanto a dificultad se refiere, aunque tenéis a vuestra disposición dos niveles de dificultad a elegir desde el principio y uno más extra cuando terminéis el juego en nivel normal. A ver, el juego es difícil, pero tampoco es una cosa exagerada, sin llegar al nivel infernal de los Castlevania de Nes. Está al nivel de sus homónimos en las consolas de su misma generación, como Castlevania IV de “Super” o el Rondo of Blood de Pc Engine. Reconozco que estos tres juego forman una trilogía imprescindible que nadie puede ignorar, y si tuviera que elegir alguno de estos tres juegos, sinceramente no sabría con cual quedarme, quizá con la versión del “Cerebro de la Bestia”, pero solo porque fue el primer Castlevania que jugué en mi vida, y eso hace mucho.
   Llevo ya un rato escribiendo y aún no he hecho mención al argumento, y si, lo hago a posta, no me gusta mucho hablar de la historia porque pienso que eso es algo que el jugador debe descubrir por sí mismo mientras avanza en la aventura, o en su caso, como es éste ver la introducción del juego o leerla directamente en las instrucciones, una costumbre que se ha perdido últimamente y que enriquece y complementa la experiencia de juego. Pero como se que conseguir las instrucciones no es nada fácil os dejo la historia del juego escaneada directamente del manual europeo.

Perdón por la calidad, es lo único que he podido conseguir

   Como podéis ver la historia cambia levemente con respecto a otros juegos de la saga anteriores,  lo cual le da un toquecillo especial, con el personaje de Elizabeth Bartley como personaje clave. Y encima meten por medio hechos históricos reales, como la I Guerra Mundial, un guiño que me encanta, adoro la referencias históricas, y si además eso nos da pie a viajar por toda Europa, mejor que mejor, que además aporta mucha variedad al juego, alejándonos del esquema clásico de la saga, centrado exclusivamente en el castillo de Drácula como único escenario.
   La verdad es que según la región del juego vemos como la historia cambia levemente, pero nada que nos distraiga del objetivo final, acabar con el vampiro por excelencia y todas sus huestes. Además, por primera vez se hace referencia a un posible personaje de la obra original de Bram Stoker, Quincy Morris, aunque tampoco busquéis muchas más coincidencias…

Las tres portadas

   Hablando de las distintas versiones, la censura se cebó con este juego, sobretodo en las regiones Pal y Ntsc americana. A parte de la comentada al principio del artículo con respecto al título, muchos más son los recortes que podemos ver en cuanto a la versión “japo”. Para empezar olvidaos de la sangre, que brilla por su ausencia en todo el juego, mutando su color a un azul agua desde la pantalla de inicio del juego y salpicando el resto de la aventura. Sin contar el cambio de colorido de algunos personajes para que resulten menos agresivos, como los zombis del principio. Aunque la palma se la lleva el cambio de aspecto que sufre Eric, que en la versión nipona posee un aspecto “bishonen”, muy ambiguo, y que se cortó de una tajada para las versiones occidentales. Aunque curiosamente no se eliminó este aspecto de la portada europea, cosa que si hicieron con la americana, transformándola totalmente.

Qué te han hecho Eric...
 
   Ahora viene lo bueno, cómo jugar a este título. Pues desgraciadamente el juego no se encuentra en ningún bazar digital de ninguna plataforma, ya sea consola o PC (entendéis lo de “olvidado”). No se a que esperan, no estaría mal incluso sacar una especie de remake con gráficos actualizados como hicieron en su día con el Rondo of  Blood con una magnífica adaptación para PSP. En fin, que no hay forma legal de jugar a este juego a no ser que tengas el original, cosa arto complicada, ya que si lo buscáis por internet preparaos para desembolsar una cantidad prohibitiva por él en cualquiera de sus regiones, y no digo nada si lo queréis con caja e instrucciones. Así que no os quedará más remedio que tirar de emulador, os aconsejo la versión japonesa, que está libre de censura, como ya he comentado. Y si sois tranquilotes como yo ponedlo a 50 Hz, que el juego es rápido de narices. Aunque tenéis también la opción de jugarlo vía explorador desde esta página, aunque a mi lo de jugar con teclado no me atrae.
                                                         
   
   Al final rememorar este juego se me ha alargado más de lo esperado, pero sinceramente, valía la pena, he disfrutado tanto escribiendo este post casi tanto como jugándolo. Creedme, si queréis ser un auténtico Vampire Killer no podéis ignorar este gran juego, relegado al olvido y menospreciado por la historia, pero que el tiempo sabrá poner en el lugar que se merece.



  

   

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...