El pasado fin de semana, correspondientes a los días 15, 16 y 17 de
este mes se celebró en Murcia la V edición del Salón del Manga, también
conocida como Murcia se reManga. La
edición de este 2013 se volvió a celebrar en el recinto ferial de la Fica, y tuvo
una asistencia que rondó los 21000 asistentes, con casi 1000 alumnos
pertenecientes a más de 20 centros de enseñanza. Una cifra muy similar a la del
año pasado, algo que quizá no entraba en los planes de los organizadores, ya
que si tuviese que dar un titular de lo que ha resultado este evento sería algo
así como “el salón cuelga el cartel de completo”.
Así es, si ya me sorprendió
la afluencia del año anterior está sobrepasó todas mis expectativas, alcanzando
límites casi de locura. Fueron habituales durante el evento los llenos
absolutos en las distintas charlas, cursos y actividades. De hecho sufrí en más
de una ocasión cómo se debía cambiar el lugar de una conferencia en el último
momento debido al exceso de público. Poniendo parches por aquí y por allá
saliendo del paso de manera más o menos airosa, pero eso sí, comunicándolo todo
de manera acertada y con mucho respeto hacia público asistente. Cosas como ésta
hacen plantearme la necesidad por parte de la organización de agrandar el
espacio que acoja futuras ediciones, incluso si fuera necesario cambiarlo por otro
lugar, si no hubiera más remedio.
Las colas, la tónica general en todo el evento |
Otro aspecto del que no
terminé contento del todo fue el cierto regustillo a “déja vù” con respecto al
año pasado que me dejó esta edición, repitiendo algunas de las actividades,
conferencias o proyecciones de eventos pasados, como una nueva conferencia
sobre el Studio Ghibli o la (otro año más) charla del dibujante Jesulik. Eso
sí, ambas estupendas.
Este año si que se pudo obtener
desde la misma página del salón el horario de los distintos eventos, cosa que
parece una tontería pero que no se podía hacer el año anterior
inexplicablemente y que no entendí muy bien. Aunque también es cierto que no se
conocieron los horarios definitivos hasta bien tarde, pero esto es algo muy
común en este tipo de eventos, en los que no se aseguran la asistencia de
ciertos participantes has el último momento.
Pero hagamos un rápido
recorrido por lo que se pudo ver este año por este V Salón del Manga murciano.
Empezando por el viernes, a los típicos stands comerciales, la exposición de
carteles, el mural pintado por alumnos de Bellas Artes o la carpa para
conciertos, lo primero que me llamó la atención nada más llegar fue la
exposición dedicada a Hayao Miyazaki,
el mítico animador fundador del Studio Ghibli, un rincón que gozó de cierta
popularidad entre el público, y en el que yo eché de menos algo más de profundidad
en cuanto a información sobre el autor y su trabajo. Que además se vio
reforzada por varios talleres de manualidades y dibujos relacionados con obras
de Miyazaki, como Mi vecino Totoro y El viaje de Chihiro.
En la planta superior pudimos
ver la ya también habitual Zona Game,
donde se disputaron diversos torneos de populares videojuegos como Tekken
o Street
Fighter. Además en esta planta se pudo asistir a diversas conferencias
como una interesante charla sobre mitología japonesa u otra sobre maquetas
manga. Además de albergar un stand de la Escola
Joso, con el propio Joso como invitado. Hubo también diversas exposiciones
permanentes, sobre dioramas, bonsáis, armaduras clásicas o Warhammer.
Llegados al segundo día nos
encontramos las colas más grandes que he visto nunca para este evento, llegando
a tener que cerrar el grifo de entradas para ese día, sin contar con el
interior, que era casi un caos con tal aglomeración de gente. Este día podemos
destacar alguna charla sobre la historia de Japón (si me encantan las
conferencias, si), sobre la censura occidental del manga y el anime u otra
sobre los videojuegos First Person Shooters, un tipo de juegos, que pese a mi
amor por el mundo video lúdico, no son de mi especial agrado.
El domingo la cosa estaba
algo más tranquila, pero seguía habiendo una gran conglomeración de
aficionados, que abarrotaban todas las actividades y talleres como las de tiro
con arco, sumo, el curioso concurso cosplay infantil o el taller de papercraft,
cada vez más en auge. Sin olvidarnos de las consiguientes conferencias, como la
charla sobre videojuegos basados en manga (algo escueta para mi gusto) y el
multitudinario coloquio sobre League of Legends.
En definitiva, un Salón del
Manga que no para de engordar, y cuya afluencia y recinto han influenciado en
la gestión definitiva del evento, pequeñas lacras que no deben encorsetar el
crecimiento de esta magnífica iniciativa.
Jo, yo por una cosa o por otra nunca puedo ir, solo he podido una vez. A ver si el año que viene voy y ya han arreglado lo de la conglomeración. El año pasado me quede fuera porque había colas enormes solo para comprar la entrada...
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