Mort (Mundodisco 4) - Terry Pratchett

Mort, la cuarta novela de Terry Pratchett para el universo de Mundodisco  narra las aventuras de Mortimer, un joven enclenque y poco afortunado que recibirá una oferta de trabajo para ayudar a la Muerte en sus labores cotidianas. Pero, por supuesto, eso solo es el principio...

Se trata de un libro más coherente (hasta donde alcanza la coherencia en Mundodisco) y cerrado que los anteriores, que convierte la burla hacia la fantasía tradicional, que sigue presente en el libro, en homenaje. Además, la sátira aparece enfocada hacia otros géneros, como el juvenil de los años 80' o la literatura clásica inglesa. Por ejemplo, en el primer caso, la Muerte manda a Mort limpiar un establo en su primera labor de aprendizaje, como ocurre con películas como Karate Kid, donde el protagonista debe hacer cosas absurdas que le servirán en el futuro -dar cera, pulir cera...-. Sin embargo, no hay enseñanza, le ha mandado limpiar los establos porque "la mierda llega hasta las rodillas". Por otra parte, el tema de la princesa siendo rescatada y los libros que lee Ysabella son un claro ejemplo del segundo tipo de mofa hacia la literatura clásica inglesa (Shakespeare) y las historias de Dysney con su 'amor a primera vista' (de hecho, me atrevería a decir que las princesas Disney actuales se han vuelto más 'gamberras' para parecerse a la princesa Kely, que vemos entre las páginas de este libro).

Por otra parte, y como sucediera con los otros libros de Pratchet, la narración sigue plagada de comparaciones imposibles, marca de la casa del autor, que dan mucha vida al universo del Mundodisco y que permiten al lector hacerse una idea aproximada (y, por qué no decirlo, endiabladamente confusa) del mundo habitado por los protagonistas dela historia. 

Y, hablando de los protagonistas, este es el único punto flaco de Pratchett ya que, en mi opinión, solo la Muerte y Mort aparecen como personajes redondos, siendo el resto de personajes definidos a través de leves pinceladas que les hacen escapar del arquetipo de secundario pero sin profundizar en sus objetivos personales (de hecho, podría decirse que la Muerte es el único personaje con un anhelo claro, y el resto se ven arrastrados por ella -y por Mort, quien se ha visto arrastrado en primer lugar por el objetivo de la Muerte-).

De cualquier manera, esto último no es algo que lastre la narración, ya que se trata de una lectura muy amena que escapa de los tópicos (o, más bien, pasa sobre ellos como un elefante en una cristalería, como diría Pratchett) y que deja, como los buenos libros, con ganas de mas.