Otro de los libros que ha caído este verano es "Rebelión en la granja", una de las obras más conocidas de George Orwell (probablemente por las adaptaciones al cine que se han hecho y que poco tienen que ver con el libro). Resulta curioso ver como Orwell trabajó sobre el mismo tema de dos maneras tan diferentes y, a la vez, tan acertadas, aportando dos puntos de vista complementarios.
El libro cuenta la historia de un grupo de animales de granja que decide independizarse de su granjero y comenzar así una nueva vida basada en la autarquía, de modo que el beneficio de su trabajo recaiga directamente en ellos.
Squealer les dijo que los cerdos tenían que realizar un esfuerzo enorme todos los días acerca de unas cosas misteriosas llamadas "legajos", "informes", "actas" y "memorándum". Se trataba de largas hojas de papel que tenían que ser llenadas totalmente con escritura, y tan pronto estaban así cubiertas eran quemadas en el horno. Esto era de suma importancia para el bienestar de la granja, señaló Squealer
Rebelión en la granja sigue la linea, a modo de fabula, de 1948, presentando el desarrollo de una sociedad, de una idea, de una revolución, desde sus inicios hasta el fin. Sin embargo, aquí se presentan los entresijos de la corrupción subyacente a un sistema político que bien podría ser comunista o capitalista.
Tanto 1984 como esta Rebelión en la granja se han leído como critica al totalitarismo y a las sociedades comunistas, pero creo que es porque quienes opinaban y criticaban eran contrarios a estos movimientos; sin embargo, yo diría que se trata de una critica al poder, sin importar doctrina: el poder corrompe.
Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros.
Rebelión en la granja es, probablemente, el texto donde más claramente se explique el desarrollo de la corrupción desde el punto de vista de aquellos que la sufren (y, como ocurre con 1984, pese a estar escrito hace más de medio siglo, sigue retratando demasiado bien algunos entornos actuales).
La lectura del libro es muy sencilla y el mensaje es claro y contundente. Una lectura muy recomendada, que esconde decenas de re-lecturas.
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