La luz fantástica es la continuación cronológica de El Color de la Magia, el primer libro de la saga de Mundodisco que ya comenté hace unos meses. Un libro realmente divertido escrito en 1986 por el gran Terry Pratchett. Si no lo habéis leído, tranquilos, la entrada no contiene spoilers... ¡pero deberíais estar leyéndolo ya mismo!
Si en el caso del anterior libro, en aquella entrada de hace unos meses, hablaba de una estructura episódica y "de sketch", este libro aborda la narración en un único capítulo fluido con las mismas características básicas que casi cualquier narración de Pratchett, es decir, llena de comparaciones inverosímiles que, de alguna manera, funcionan a la perfección en el texto.
Sin embargo, debo decir que las situaciones me parecen menos gamberras y desenfadas que en el anterior libro. Podría decirse que, si en El Color de la Magia asistimos a una crítica desternillante sobre la fantasía heroica en general, en La luz fantástica Pratchett afianza el universo que ha creado para ir convirtiéndolo, inadvertidamente, en otro de estos mundos que critica (eso si, sin perder el humor).
Lo sabía todo sobre las normas y siempre había considerado que estaban para dictarlas, no para cumplirlas
Aunque, como decía, el libro pierde la estructura episódica que caracterizaba al primer título de la saga, la narración aparece muy marcada por una estructura de escenas y, en ocasiones, recuerda en su forma al cine o la televisión. Eso, unido al uso de un lenguaje muy coloquial y una escritura fluida hacen que la lectura sea agradable y amena.
Lo cierto es que leyendo a Pratchett es muy fácil encariñarse de sus personajes y sus lugares (incluso de la gran tortuga sobre la que viaja el mundo... y los cuatro elefantes) y tengo ganas de seguir con el siguiente tomo dedicado, por lo que sé, a las brujas que pueblan el disco.
Lo importante de tener muchas cosas que recordar es ir a algún sitio a recordarlas. Tienes que detenerte. No has estado en ninguna parte hasta que no vuelves a casa
En cuanto al libro en si, no sabría decir si me ha gustado más o menos que el primero. Ha sido diferente: la explosión de contenidos presentada en El Color de la Magia es difícilmente superable, ya que supone la presentación de un mundo totalmente nuevo mientras que este es una continuación de ese mundo, que lo pule y matiza. Además, el único personaje que verdaderamente se desarrolla es el mago Rincewind, apareciendo los demás (incluso Dosflores) como secundarios que no hacen avanzar la trama demasiado (se podría decir que El Color de la Magia es un libro coral en cuanto a sus personajes, mientras que La luz fantástica tiene un único protagonista y una única historia central).
En definitiva, se trata de una segunda parte tan graciosa como la anterior y tan satírica como cualquier obra de Pratchett, plagada de situaciones a las que todo lector de fantasía ha asistido miles de veces, pero contadas como nunca. Si os gustó El Color de la Magia, se trata de un libro indispensable.
¿Habéis leído La Luz Fantástica? ¿Qué os ha parecido?
No hay comentarios:
Publicar un comentario