Por desgracia, para muchos, hacer uso de un juego retro consiste en simplemente descargar una rom de una web y jugarlo rápido y sin miramientos. Creedme cuando os digo que de esta forma le hacemos un flaco favor a la memoria de estos juegos que tanta diversión nos regalaron en su día y rompemos totalmente la magia que albergan, sin contar que hacemos trizas la construcción paulatina que se ha hecho a lo largo de los años de la historia de un medio que cada vez es más grande.
Por todo esto quiero compartir con vosotros la forma, que desde mi
personal punto de vista, más se disfrutan este tipo de videojuegos, con más
respeto se tratan y que además contribuye aún más a degustar y paladear dicho
software. Porque no podemos olvidar que cuando jugamos a una obra vintage no
solo disfrutamos del juego en sí, sino de todo lo que le rodea, hay una serie
de factores externos que ayudan a explotar la experiencia retro al cien por
cien.
Mi primer consejo y más importante es sin duda, que si está en vuestra
mano, jugad con el juego original,
en su consola correspondiente y a ser posible en un antiguo televisor de tubo.
Evidentemente jugar con su hardware original, como lo hacíamos en su época no
tiene comparación a ninguna de las demás opciones que podáis encontrar. Una
verdadera delicia que no se puede describir, e incomparable a cualquier otro
formato. Si conseguís esto, todas las demás opciones que os comente a
continuación sobran totalmente.
Pero claro, todos sabemos que esto no es fácil a veces, porque no encontramos
dicho juego, algo muy común tratándose de videojuegos que tienen más de 20 años de
antigüedad. O porque ya no conservamos aquella copia del primer Sonic que si tuvimos en su día (como me
pasó a mi, que tuve que volver a comprarlo), porque claro, cuando éramos niños
no cuidábamos la cosas como ahora. Por tanto deberemos recurrir al mercado de segunda mano, un tema
bastante delicado, debido a la especulación de ciertos vendedores, que juegan
con nuestros recuerdos y sentimientos de una forma muy vil. Para estos casos
siempre recomiendo lo de siempre, rastrillos, mercadillos, tiendas tipo Cash
Converter, o internet, ya sean bazares como Ebay o Amazon. Para esta última
opción echad un vistazo a vendedores extranjeros, venden mucho más barato, con
precios coherentes, pero cuidado con las compatibilidades y las trabas
regionales.
Una opción alternativa que también me gusta bastante es la de recurrir a
tus amigos o conocidos. Hay muchos
juegos que te apetece jugar pero que tampoco te hace una ilusión loca poseer, o
simplemente no te quieres gastar una fortuna en dicho juego, pues para eso están los amigos, siempre tenemos alguno que conserva esa copia pal de Terranigma al que tantas ganas tenemos de
hincar el diente. Además de esta forma seguimos alimentando la nostalgia, como
en nuestra infancia, intercambiando juegos con los colegas.
Existe otra alternativa con la que disfrutar de nuestras antiguas
consolas aunque no tengamos el juego en cuestión, sin embargo tampoco es
especialmente barata. En algunas páginas de internet hay tiendas que te ofrecen
la posibilidad de hacerte con un cartucho con el mismo aspecto de los de nuestras máquinas retro provistos de una tarjetita SD con la que nutrir de
roms, para ver en nuestras pantallas el juego ansiado. Resumiendo, hablamos de
unas flashcards de tomo y lomo con
los que disfrutar de prácticamente todo el catálogo de juegos (salvo alguna incompatibilidad) de la
videoconsola.
Incluso si tenemos los juegos y nuestra añeja consola murió y no
encontramos un repuesto que se encuentre en condiciones decentes y aun precio
sensato podemos tirar de consola clónica, que hoy en día las hay de todos los
modelos y de buena calidad, incluso compatibles con varias consolas, para
encasquetarles los viejos cartuchos que guardamos en el trastero acumulando
polvo. Aquí tengo que hacer especial mención a un cacharro que está a punto de
salir y que es compatible con casi todos los sistemas de 8 y 16 bits,
incluyendo GameBoy, hablamos de Retron 5,
la obra maestra de Hyperkin, que añade incluso gran diversidad de opciones y
mejoras con respecto a nuestras consolas originales.
Pero si hablamos de arcades la cosa cambia sustancialmente, o nos
hacemos con las placas originales, algo que tampoco resulta muy económico, o
nos hacemos con el pack completo con su mueble original, tarea arto complicada.
También puedes optar por construirte tu propio mueble personalizado, hay
diversos manuales pululando por la red que os ayudarán a conseguirlo. Ahora,
eso si, quitad varios muebles de vuestra casa para hacerle sitio a semejante
trasto, eso sin contar que primero deberéis convencer a vuestra
madre/novia/mujer…
Si ya hemos agotado las opciones anteriores con poca fortuna no nos queda más remedio que hacernos con una
copia digital del juego que tanto ansiamos, para ello mi primera recomendación
es acudir a una de las tantas plataformas
de descarga digital que existen actualmente, como Steam o Gog para pc, AppStore para iOS, Google Play para dispositivos Android, eShop en Nintendo, PS
Network para las consolas de Sony y Live Arcade para Xbox. Estas son las más
importantes. No seáis piratillas, y pagad por estos juegos, que suelen costar
dos perras, contribuyendo de esta forma a la proliferación de este medio. Eso
sin contar que es la mejor forma de emular un juego de estas características
para que se parezca lo máximo posible a la experiencia que suponía en su día,
aunque esto no siempre es así.
Pero tengo reconocer que muchas veces se te quitan las ganas de soltar
un duro por el mismo juego que ya has pagado en más de una ocasión, sintiendo
que las compañías son unas auténticas ladronas. Y no quiero mirar a nadie,
verdad Nintendo, que sigues cobrando 5 euroazos por juegos de Nes y encima en
ocasiones por versiones a 50 Hz. A ver si aprendemos de Sega, que pone a algo
más de 2 euros sus juegos de Mega Drive a través de Steam de forma individual,
y además te los vende en paquetes de forma más rebajada aún.
Además existen juegos que por alguna razón, ya sea por temas de
licencias o simplemente porque son juegos no muy comerciales brillan por su
ausencia en estos comercios digitales, así que no tendremos más remedio que
tirar de emuladores. Existe la
posibilidad de jugar muchos de estos juegos en el propio navegador, pero yo
esta opción la deshecho totalmente.
Vayamos con los emuladores.
Emuladores hay muchos y de muy diversas máquinas, incluso los hay muy
buenos para consolas portátiles, pero si seguimos con la tónica de recrear la
experiencia clásica nada mejor que el pc para esta tarea, acompañado de un buen
mando, a ser posible similar al original o incluso el pad de la consola en
cuestión, cosa posible hoy en día. Yo por ejemplo tengo un controller de Super
Nintendo conectado al PC gracias a un adaptador usb, que va a las mil
maravillas y que enriquece considerablemente mi experiencia a los mandos de un
juego de esta consola. Si no tenéis el mando genuino siempre podéis tirar de
copias casi exactas, aunque cuidado con lo que encontráis por internet, en la
que suelen proliferar réplicas de muy mala calidad. Además podéis encontrar
copias de mandos que directamente se conectan al pc via usb, pads que se
encuentran en alza actualmente.
Kega Fusion es un emulador genial de consolas clásicas de Sega. Nestopia o Zsnes son grandes alternativas para consolas de Nintendo. |
Siguiendo con los emuladores, si queréis rememorar viejos tiempos y asemejar la experiencia a aquella que tan buenos recuerdos os trajo, podéis juguetear con el emulador y “bichear” todas sus opciones. Yo os recomiendo que le pongáis un filtro de esos que emulan los vetustos televisores de tubo, para ver la imagen un pelín borrosa, enmascarando levemente el amasijo de pixeles. Pero esto ya es algo muy personal.
Y un consejo de manual, no os paséis con los “save states”, desvirtúan
totalmente la experiencia de juego, no son nada recomendables salvo ciertas
excepciones. Por ejemplo, para los juegos que usan passwords. Si fuese el juego
original le haría una foto con el móvil y listo, pero si estáis usando un
emulador sacadle cierta ventaja y guardad la partida cada vez que os den un
nuevo código. A no ser que os guste andar con libreta y boli copiando números y
letras, algo que me parece muy respetable, y que me resulta bastante
nostálgico.
Ahora es donde viene la parte que excede a los límites de la pantalla y
la propia máquina. Todo el halo que envuelve la experiencia “retrogaming” y la
nutre más aun si cabe, empezando por las instrucciones. Leed los manuales del juego antes de empezarlo, sumergíos en su argumento, sentid su añejo aroma
a cerrado, aroma que sustituye al olor a nuevo que desprendían los manuales de
nuestros antiguos juegos cuando habríamos la caja por primera vez. De nuevo se
que esto no siempre es posible, así que tenéis al alcance de la mano una serie
de páginas como Manuales de videojuegos,
nutrida de un gran colección de manuales en español en pdf, y Replacement docs, con un catálogo más
amplio pero la mayoría en inglés.
Otra maravillosa opción que amplía el espectro de la experiencia es leer varios análisis, no solo para saber que tal está el juego o ampliar conocimientos al respecto, sino también para rememorar costumbres pasadas, como leer la review de nuestra revista favorita, algo más fácil de conseguir mediante internet. Hay muchos sitios donde conseguir estas páginas escaneadas.
Otra maravillosa opción que amplía el espectro de la experiencia es leer varios análisis, no solo para saber que tal está el juego o ampliar conocimientos al respecto, sino también para rememorar costumbres pasadas, como leer la review de nuestra revista favorita, algo más fácil de conseguir mediante internet. Hay muchos sitios donde conseguir estas páginas escaneadas.
Aunque tampoco está de más leer análisis
actuales por las diversas webs, para saber cómo ha tratado el tiempo a esos
juegos que en su día fueron tan populares. Incluso revistas contemporáneas como
Retrogamer, o Retromaniac, la mejor revista que existe en castellano con
contenido retro.
El siguiente paso para disfrutar plenamente del aura que envuelve al videojuego clásico (tras jugarlo) es comentarlo con los amigos, mostrando tus impresiones y el sabor de boca que te ha dejado, y más satisfactoria será la experiencia si tus colegas conocen el juego. De lo contrario invítales a jugarlo, incluso prestándoles el juego si lo tienes. De verás que no hay mejor culminación que ésta para el total disfrute de un juego, y más si lo jugaste en su día y vuelves a hacerlo.
Y si aún te quedas con ganas de más puedes pasarte por Ivoox y escuchar
algún podcast dedicado al juego que te acabas de terminar. El Club Vintage suele hacer unos monográficos de órdago, muy
completos, fidedignos y aportando multitud de datos sobre el juego.
En fin, todo es poco si se trata de disfrutar al máximo de nuestros
videojuegos predilectos de la mejor forma posible, aumentando la experiencia,
no ciñéndonos exclusivamente al gameplay, y disfrutando de todo lo que rodea al
juego. Todo.
Me ha encantado la entrada! Yo también prefiero jugar en consolas originales, ya que después de probar varios emuladores en el PC, ninguno me convence. Gracias a mi hermano, que colecciona consolas, podemos disfrutar de un montón de juegos de nuestra infancia. Lo dicho, una entrada muy buena.
ResponderEliminarSi, y gracias a mí, la mitad de su colección retro se la he conseguido yo, jejeje...
ResponderEliminarGenial la entrada
Eliminar¿La mitad? ¬_¬ No sabes cómo es mi colección.... me has conseguido una parte insignificante... XD
jajaja, bueno, pues gracias a los dos!! XD
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