Perdido en la vorágine de mi
investigación para mi trabajo de fin de Master, el cual se está haciendo
eterno, me topé con un libro que me venía como agua de mayo para referenciar
las posibles fuentes cinematográficas del mundo de los videojuegos. El ladrillo
de 700 páginas en cuestión es El cine de Ciencia Ficción: Explorando
Mundos.
Si, la ciencia ficción y el cine, esa relación de amor-odio tan valorada
por el público general, sobretodo los más jóvenes, y tan vapuleada e ignorada
por la crítica. Que tire la primera piedra el que no haya babeado al ver en un
trailer de una nueva película del género esas naves espaciales, esos rayos,
esas explosiones, esos monstruos, esas máquinas del tiempo… Porque yo reconozco
que soy uno de esos, y aunque tras el visionado de dicho espectáculo
audiovisual nos llevemos una gran decepción nunca dejamos de albergar la
esperanza de que la próxima si será la buena.
Bueno, como iba diciendo, el libro publicado por Valdemar con la edición
de Antonio José Navarro no es más que un variado compendio de ensayos bien
urdidos por una serie de escritores acerca del cine de ciencia ficción a lo
largo de todas las épocas. En él podemos toparnos con una variada temática
alrededor de dicho cine, que pueden versar desde los mismos alienígenas hasta
un tema tan concreto como el sexo y el erotismo dentro del círculo de la
ciencia ficción, pasando por los siempre recurridos viajes en el tiempo.
El libro está dividido en tres bloques bien diferenciados: reflexiones, miradas y perfiles. Dentro
de las reflexiones uno de los ensayos que más me ha llamado la atención es La
imaginación del desastre, en la que su autora, Susan Sontag, no puede
evitar emparentar irremediablemente a la ciencia ficción con la cultura del
desastre y el Apocalipsis.
En la segunda parte, miradas, Pilar Pedraza nos muestra su análisis de
la obra de Stanislaw Lem, Solaris, en
Solariana:
El viudo en el espacio. Ángel Sala nos deleita con su visión de los
objetos y artilugios que el cine de este tipo nos ha regalado. Y no quiero
dejarme atrás el excelente repaso que Ramón Freixas y Joan Bassa hacen a la
historia de la cinematografía de ciencia ficción en De la ciencia y la ficción:
encuentros y desencuentros.
Para terminar, en la tercera parte, perfiles, he descubierto el término Space Opera, gracias Antonio José
Navarro y su Más allá de las estrellas: la Space Opera. Donde se hace una
evidente alusión a obras como Star Wars
y Star Treck. O esa concienzuda
disección de la obra de Spielberg a través de Tomás Fernández Valenti. Y
también mención especial para un artículo dedicado a los robots escrito a
cuatro manos entre los mencionados Fernández Valenti y Antonio José Navarro y
titulado Seres de metal. Los robots en el cine.
Resumiendo, una obra imprescindible para todos aquellos que se
consideren acérrimos del séptimo arte y la ciencia ficción. Cuya lectura debe tomarse con calma y ojo analítico, ya que a veces puede hacerse algo denso y tedioso, pero altamente disfrutable.
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