Decir "debo confesar..." antes de "...que no veo la tele" no puede ser, hoy en día, una verdadera confesión, ya que somos multitud los que optamos por el escaparate inmediato de internet ante la publicidad y los horarios impuestos por la caja tonta. Sin embargo, debo confesar que el pasado 23 de febrero me quedé enganchado, anuncios incluidos, al programa especial emitido por La Sexta, 'Operación Palace', donde se narraba, a modo de documental, la verdadera (entre comillas) historia del golpe de estado que sacudió a España hace más de 30 años.
No tenía pensado escribir nada en La Nave Consular con respecto a este tema, pero tanto columnista y opinador profesional rasgándose las vestiduras en la prensa "seria", por llamarla de alguna manera, han supuesto un pequeño empujón para que me pronuncie.
Veréis, para quien no lo sepa (o haya estado pendiente de cosas serias de verdad, como la caída de Whatsapp o el desplante de un empresario catalán ante el heredero del trono único), el "documental" que presentó Jordi Évole el pasado 23 de febrero giraba en torno a la desclasificación de documentos referentes al intento de Golpe de Estado más célebre de la historia reciente. En él, se decía que todo había sido un montaje del Gobierno para fortalecer a la joven democracia, que perdía fuerza.
El documental es poco verosímil... hasta que comienzan a aparecer antiguos diputados y personalidades de la prensa de la época que vivieron el Golpe de primera mano. Y, claro, si Gabilondo te dice que allí ni hubo golpe de estado ni hubo nada, pues te lo crees, porque él fue uno de los periodistas que informó de ello. En mi caso, me lo creí. Con reservas, pero me lo creí. Al principio pensaba que todo era una teoría, luego decía "¿por qué no habla Felipe González?", luego pensé que era imposible mantener en secreto algo con tanta gente implicada, luego volví a creérmelo... hasta el final, cuando se descubre que todo es un montaje de Évole y La Sexta.
Debo decir que me sorprendí gratamente: en una televisión donde cada vez más dan cabida a auténticas mierdas infumables, el programa del Follonero representa un auténtico soplo de aire fresco. Por supuesto, es sencillo compararlo con Welles y su 'Guerra de los mundos', pero hay una salvedad, y es que este 'documental' se ha hecho en una época donde la información está al alcance de cualquiera, a golpe de click. Yo mismo tenía un ojo puesto en la red buscando información mientras lo veía.
¿Cómo hemos llegado a la situación en que se nos pueda engañar tan fácilmente, si vivimos en la era de la información? Esa es la pregunta con la que Évole nos abofetea (figurativamente), para hacernos ver que todo es manipulable, que no hay una verdad que defender porque los medios se han encargado de desvirtuarla desde la raíz.
Además, Évole aprovecha para hacer otra pregunta: ¿Por qué no podemos saber qué pasó realmente? Han pasado más de 30 años de aquello y todos los documentos referentes al golpe siguen clasificados. ¿Es la clasificación de documentos lo que permite la manipulación de la información?
Como decía, creo que Jordi Évole planteó un ejercicio de crítica muy interesante y, además, de una forma amena y divertida. Parece que los espectadores/comentaristas esperaban que pusiera "atención, es una broma" en grande, ocupando media pantalla mientras Gabilondo decía que Televisión Española no había sido tomada por los militares.
Por mi parte, espero con impaciencia el siguiente programa de Évole.
¿Visteis el 'documental'? ¿Qué os pareció?
Totalmente de acuerdo. Me pareció una obra de arte televisiva, y no le llamo genio porque no es ninguna novedad, pero fue genial...
ResponderEliminarCon este documental no se demuestra otra cosa más que qué fácil es manipular la información, y de paso generar un sano debate, y seguir abriendo los ojos a los espectadores, pegándonos un pellizquito para que reaccionemos de vez en cuando.
Yo tambien estoy de acuerdo. Tambien me trague el programa entero, aunque lo que mas me convencio fue Garci, haciendo ver que su Oscar no lo gano por su pelicula. Pense: un tio como este no hecha mierda sobre su trabajo mas premiado si no es algo importante. Al principio me cabree un poco, por la perdida de tiempo, pero luego te das cuenta que no has perdido el tiempo y que si te cabreas es contigo mismo, por el hecho de caer en mentiras y engaños, en humo y espejos. Al menos Evole tuvo la decencia de decir que todo era mentira, no como en las noticias diarias de todos los canales. Me alegra que haya un tio como el follonero en España, es lo que necesitamos, una colleja de vez en cuando. Lo que me parecio peor de esa noche, fue que intentaran contraprogramarlo con el insulso Risto Mejide, que solo da coba a los invitados..
ResponderEliminarDesde luego, Risto promete mucho pero se queda en eso, en promesas.
ResponderEliminarLo realmente curioso del domingo pasado es que en la Cuatro Iker Giménez hizo un sesudo análisis del 23-F. Y digo curioso porque mientras Évole, normalmente anclado a la realidad, tiraba por la conspiranoia, Cuarto Milenio hacía un trabajo de investigación periodística, por lo que dicen, bastante notable (digo 'por lo que dicen' porque yo tenía puesta la Sexta... XD)
¡Y gracias a los dos por comentar! :D
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