Hace un tiempo, mientras deambulaba
por la red en busca de juegos raros para Game Boy, una de mis consolas
favoritas, me topé como quien no quiere la cosa con un juego sobre un bichejo
amarillo muy peculiar que me llamó la atención. Este bichejo se llamaba Noobow.
Noobow, es una especie de mascota que la empresa japonesa Morinago & Co., dedicada a la elaboración de
caramelos, dulces y bollería industrial en general, utilizó como imagen para
los envoltorios de sus productos y que adquirió cierta popularidad, sobretodo
en los 90, hasta tal punto que tuvo su propio anime y videojuego. Aunque
también existen libros, comics y una variada retahíla de mercadotecnia.
El anime de Noobow se compone de pequeños capítulos de escasa duración,
a penas unos cincuenta segundos, que derrochan simpatía y ternura por todos sus
poros. La imagen kawaii del personaje
de nombre impronunciable se realza aún más con el saturado colorido y la
pléyade de animalitos que le rodean en cada entrega. Máxime cuando hablamos de
un producto dirigido a niños, pero que se gana fácilmente el favor de los
mayores gracias a la derrochadora personalidad del susodicho. De veras, que si
os ponéis a ver un capítulo no pararéis hasta verlos todos. Ayuda bastante que
se encuentran fácilmente en You Tube.
¿Y qué podemos decir del videojuego? Como he comentado hace unos
párrafos, el cacharro elegido para recibir el juego de semejante personaje fue
ni más ni menos que mi adorada Game Boy. Una consola a la que le iba como
anillo al dedo, ideal para tan marcado target
como es el infantil. El software fue licenciado por la mítica Irem (creadora de R-Type), algo en lo que esta desarrolladora no se prodigaba mucho,
para lanzar el juego en Diciembre de 1992, en pleno apogeo de popularidad de
esta masa amarilla informe.
El juego se desarrolla a través de un mapeado de vista lateral en el
que nos aventuramos para ayudar a Noobow a llegar hasta el final de las
distintas fases (no me preguntéis por el argumento porque está en perfecto
japonés), mientras resolvemos una serie de puzles muy sencillos del tipo “coge
esta caja y suéltala en cierto lugar para poder alcanzar otra plataforma”.
Vamos, que nos encontraremos con una serie de objetos y elementos por el camino
que debemos usar en nuestro beneficio para seguir avanzando. Ya os digo que el
juego es bastante fácil, ideal para los benjamines de la casa, y que puede
pasarse en un rato, tarea que facilita aun más sus divertidos passwords a base de personajillos variados. Pero esto no quita para que
el juego también sea altamente disfrutable por nosotros. Solo el hecho de ver
moverse a Noobow ya merece la pena, con una animación magistral que encierra
todo el encanto y la frescura de éste. Mención especial a la animación en la
que se acerca demasiado a un precipicio…
Sin olvidarnos de la banda sonora, con unas melodías totalmente acordes
al encanto del personaje, que juntos nos robarán más de una sonrisa. Cuando
menos os lo esperéis estaréis tatareando la melodía mientras jugáis.
Si queréis alegraros el día os invito a que conozcáis a Noobow, me lo
agradeceréis.
Solo por la cara del bicho ya merece la pena probarlo XD
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