No son pocas las veces en las que
podemos pensar que la pareja perfecta no existe. Algunos aceptan a la
otra persona como les viene de fábrica (con sus virtudes y sus
defectos), otros la modelan hasta crear un nuevo ser a su imagen y
semejanza y otros, como Calvin, el protagonista de esta historia,
prefieren estar solos, esperando a que llegue alguna vez la media
naranja perfecta. Pero el tiempo pasa, y esa chica perfecta no parece
llegar nunca.
Como un personaje sacado directamente
del Romanticismo, Calvin fantasea con el ideal del amor y comienza a
huir de la realidad. En parte, es bastante comprensible, pues es un
joven escritor muy reputado y vive precisamente de imaginar cosas. Lo
que él no podría haber adivinado es que acabaría enamorándose,
literalmente, de la chica de sus sueños.
Bajo esta premisa arranca una película
que comienza claramente en tono de comedia pero que va destramando
durante todo su metraje el conflicto personal de su protagonista,
quien deberá decidirse entre sus expectativas idílicas de la vida y
lo que ésta realmente le ofrece. En muchos aspectos, Calvin resulta ser una suerte de "Woody Allen interpretando a Woody Allen" (estilismo y visitas al psiquiatra incluidos).
Por su parte, Ruby Sparks, la musa que da nombre al film, es la conjugación de todos los aspectos que harían de una
chica la mujer perfecta para Calvin: es guapa, viste como una “hipster”,
está concienciada con los problemas sociales y medioambientales,
siempre lleva dibujada una sonrisa en su rostro y le fascina todo lo
que él pueda ofrecerle. En definitiva, una creación hecha a su
medida. El problema viene cuando, preocupándose sólo por las
virtudes que debe tener su amada, obvia lo más importante: el
entorno.
Dentro de las fronteras de su chalet de
diseño, Calvin puede controlar todo cuanto sucede. Es la pérdida de
este control en cada situación, la imprevisibilidad que aporta Ruby
a su vida, lo que trastoca y desmorona el pequeño mundo del joven
escritor. Como consecuencia de esto, la cinta, en el tramo final,
pasa de ser una amigable comedia romántica (con todos los
ingredientes de las mismas), a oscurecer su tono y rozar, por momentos, el
“thriller” psicológico, con situaciones de verdadera tensión
provocadas por la obsesión del protagonista. Nadie dijo que las relaciones no fueran complicadas, aunque se trate de una chica que tú mismo has inventado.
Firma el largometraje el matrimonio de
directores de la mítica “Pequeña Miss Sunshine” (Jonathan
Dayton y Valerie Faris), que ya trabajaron con Paul Dano en la misma,
mientras que el guión viene de la mano de la actriz protagonista (y
novia de Dano en la vida real), Zoe Kazan. Al parecer, la intención
de la artista cuando escribió el libreto era desmitificar la figura
de la “manic pixie dream girl”: el prototipo de chica de ensueño del protagonista de la película de turno, cuyo lema absoluto en la vida es el “carpe diem” y huir de todos
los convencionalismos, sacando al joven de su vulgar y monótona existencia (Summer de “500 días juntos” sería un
ejemplo... casualidades de la vida, aquella película, al igual que esta, estaba producida por Fox Searchlight, la rama "indie" de la 20th Century Fox).
La peli es bastante interesante; Fox Searchlight está haciendo un gran trabajo con este tipo de apuestas que no se dejan encajar en un género concreto aunque, en este caso (poniendo coo referente a Little Miss Sunshine y a 500 days of summer), a la historia le falta un punto para ser redonda (tal vez por el amargo sabor de boca que deja con [SPOILER] la escena en al que el protagonista teclea frenéticamente para demostrarle su control [FIN SPOILER]).
ResponderEliminarSi bien la intención de la guionista era la desmitificación de la “manic pixie dream girl”, como dices, ha creado una obra que más bien parece denunciar que hay múltiples formas de maltrato, no solo físico, y que éste, la 'dominación psicológica', puede aparecer donde menos se espera y sin que ninguna de las partes se de cuenta realmente del daño que puede hacer o recibir.
Muy buen artículo, Jorgediante. Pones el listón muy alto a los demás :D
Es exactamente el momento que dices el que más desentona (en su ejecución, no en la idea).
ResponderEliminarY, sí, está claro que al final el tema que toca es más universal de lo que parece (el control/dominación sobre tu pareja y cómo le afecta a ésta y a ti mismo). En cuanto a lo de la "manic pixie dream girl", el término en sí no lo conocía hasta que busqué información de la peli, pero sí que provocaba cierto "deja vù" el tipo de personaje, y la que más me venía a la mente era la adorable (e hija de puta) Summer xD
Es un buen comienzo como guionista (y de paso, a ver si esto la impulsa como actriz principal :P ).