Cuando eres un crío de 9 años tus manos no son las más hábiles del
mundo, no al menos para acabarte videojuegos de habilidad y plataformas como
este The
Lucky Dime Caper de Sega para Master
System. Pero ahora la cosa es distinta, después de un largo recorrido a los
mandos de este tipo de juegos la cosa cambia y mucho. Así que aprovechando que
pasaba la navidad en casa de mis padres saqué de su jubilación mi vetusta
Master System y le encasqueté este juego del pato Donald. Y ahora si, no se me
resistió.
Este
juego apareció en 1991 para las consolas de 8 bits de Sega, tanto para Game
Gear como para “Master”, aunque para esta última solo vio la luz en el mercado
Europeo, donde aún tenía tirón la consola de sobremesa. Después también tuvo su
correspondiente versión en Brasil, donde ya sabéis que Sega lo petó a lo loco.
Análisis del juego en el nº6 de Hobby Consolas |
Aunque toda la información que encuentro acerca de este juego lo data
del 91 las revistas españolas no se hicieron eco hasta el 92, no se si esto se
debe a que no apareció por aquí hasta esa fecha o que la prensa pasó de este
juego durante una temporada…
La cosa es que en su día este juego lo pude catar bastante, gracias a
que lo tenía mi vecino, pero aún así fui incapaz de acabármelo, o al menos eso
es lo que yo recuerdo… Pero hace unos años jugando en casa de unos parientes
con los “peques” de la casa sacaron de un cajón, como por arte de magia, una
Master System (la primera), como nueva con este juego enchufado. Pero mirando
más en el cajón pude encontrar sus accesorios y muchos más juegos, como
Ghouls´n Ghost, Gaunlet, Prince of Persia, Battle Outrun, y hasta la pistola de
“Master”, la Light Phaser. Os podéis imaginar mi cara ante aquel
descubrimiento. Hallazgo que me cedieron gustosamente para mi colección privada
y su posterior uso y disfrute. Los más parecido ha encontrar un tesoro para mí.
Bueno, después de cansaros con mis historias creo que va siendo hora de
meterse en faena con el juego. Sega nos propone otro de esos maravillosos
juegos que programó a principios de los 90 con la licencia de Disney, en esta ocasión nos toca
rescatar a los sobrinos del Tío Gilito y sus monedas de la suerte, para ello
recorreremos el mundo por variados parajes, que van desde Méjico a la Antártida
pasando por Egipto o el mismo castillo de Drácula Magica De Spell, la malota
del juego.
Edición especial coleccionista del juego, con camiseta y casete de la banda sonora |
El juego es un plataformas de manual muy colorido y con una jugabilidad
a prueba de bombas, donde solo me toca un poco las narices la inercia del
patito, pero poca cosa. Que sorprende por sus gráficos, no solo coloridos, si
no también muy bien animados. Es una delicia ver a Danald tiritando en la fase
de la nieve y sudando agobiado por el calor en la fase de la lava, que reflejan
muy bien la personalidad de Donald. Mención a parte para algunos escenarios,
muy bien diseñados y muy estéticos, como esa aurora boreal en la Antártida.
Acompañado todo de unos midis muy alegres, muy en la línea Disney, que se
ajustan como un guante a la consola, aunque no llegan para mi gusto a la
calidad de otros juegos del estilo como Castle of Illusion.
¡¡¡A Micromanía les pareció difícil!!! |
El juego en sí es a día de hoy algo facilote, ideal para una tarde de
aburrimiento, con jefes finales también sencillos, sobretodo si llegas hasta
ellos con alguna de las dos armas de las que dispone el personaje, el mazo y el
frisbee, que perdemos cada vez que nos dan un golpe, pero que podemos recuperar
abriendo cofres o eliminando enemigos, que nos regalan ítems al azar, como las
nombradas armas, vidas extra, diamantes (que se traducen en puntos) o
estrellas, las cuales nos otorgan invencibilidad temporal al conseguir cinco.
Esto de los ítems aleatorios me recuerda a Mega Man, y no he podido evitar en
alguna ocasión ir y volver para atrás para cargarme a algún enemigo (los bichos
vuelven a aparecer si retrocedes, aún habiendo dado buena cuenta de ellos) y
acumular vidas como si no hubiera un mañana. Al menos durante un rato, ya que
el tiempo corre, y lo veremos reflejado en la esquina inferior izquierda de la
pantalla mediante una barra que va reduciéndose poco a poco.
Aún así, si no disponemos de arma
podemos zumbarnos los enemigos saltando encima de ellos, todo un estándar en
los juego de plataformas.
Cuando nos terminamos el juego (es decir, en menos de una hora) veremos
una bonita secuencia, como todas las que hay diseminadas a lo largo de la
aventura, pero nos quedaremos con las ganas de ver los créditos, que brillan
por su ausencia, y así desconocer totalmente las cabezas pensantes detrás de
este juego. Aunque investigando un poquito parece ser que el equipo detrás de
este juego pudo ser el propio AM7, equipo también responsable de otros juegos de
Disney para Sega con Emirin (alias
de Emiko Yamamoto) a la cabeza, en
las labores de dirección y producción. Una persona que parece que estuvo en el
anonimato hasta el estreno del remake de Castle of Illusion (en el que
también ha estado involucrada) estrenado el año pasado, y que también ha
contribuido en la saga Kingdom Hearts.
Emiko Yamamoto, "Emirin" pa los amigos |
En fin, este juego se merece una
oportunidad por vuestra parte, y no os dejéis llevar por prejuicios absurdos,
porque aunque el juego pueda parecer algo pueril resulta bastante entretenido y
rejugable, con escenarios escondidos y algún que otro camino alternativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario