Normalmente prefiero hablar de juegos retro o que no sean especialmente
comerciales, no por nada, es que para hablar de un un Fifa o un Call of Duty ya
están Meristation y demás grandes webs. Pero en esta ocasión voy a hacer una
excepción con un software que me ha enamorado plenamente, y no podía reprimir
mis ganas de compartir con todo el mundo mi pasión.
No suele fallar, que si descargas una demo y te encandila, lo lógico es
que el juego completo multiplique esa sensación, me pasó con Mutant Mudds y me ha vuelto a pasar con
este juego de Capcom, y más con una saga que tenía abandonada desde que se
convirtiera en un shooter en tercera
persona. Pero hete aquí que esta “maravillosidad” me ha manteniendo enganchando
sin salir a la calle y sin hablar con amigos durante una temporada, y es que
las más de 80 horas de juego (si, soy completista, que le vamos a hacer) que le
he dedicado a Residentet Evil Revelations no pasan en balde. Ahora os cuento
por qué.
Este juego se nos mostró en su día como unos de los buques insignia de
la nueva consola portátil de Nintendo, y así lo fue cuando apareció en enero de
2012, cosechando unas críticas bastante positivas, ante las cuales yo me
mostraba bastante cauto. Máxime desde que dejé de lado una de mis sagas favoritas
a raíz de Resident Evil 4, un gran juego, no digo lo contrario, pero que
a mi no me gustó. Se dejaron atrás los zombis, que pasaron a llamarse
infectados, se olvidaron de los lugares claustrofóbicos (esos angostos
pasillos), ese cambio de cámara, y sobretodo y ante todo, lo que terminó de
matarme fue su sistema para apuntar con el segundo stick analógico, del que no
soy muy amigo.
Y ahora diréis, pero si este juego sigue la misma tónica, ¿qué te ha
hecho cambiar de opinión? Pues ni más ni menos que el estupendo sistema de
detección de movimiento de 3DS, con el cual, apuntar se convierte en lo más
intuitivo del mundo. Veamos, el juego nos ofrece un logrado apartado de
personalización, podemos apuntar con el propio stick analógico (pero no podemos
mover al personaje a la vez), podemos usar ese cacharro enorme que se le acopla
a la consola para otorgarnos un segundo stick (el Circle pad pro), podemos pasar a primera persona cada vez que
apunta, etc. Pero yo he encontrado la horma de mi zapato con el sistema de
movimiento, me parece realmente sencillo y cómodo de usar, pero insisto, más
que nada intuitivo. Y no esperéis que tengáis que hacer grandes aspavientos
para apuntar a las hordas de enemigos que nos acechan, con un leve movimiento
es suficiente para disparar de un bicho a otro, y mas teniendo en cuenta que la
gran mayoría del juego sucede entre intrincados pasajes, como los antiguos
juegos de esta saga. Aunque en alguna ocasión reconozco que debo moverme más de
lo que me gustaría, pero son pocas veces.
Este juego pasa a ocupar el segundo puesto en mi lista personal de
juegos de esta franquicia, por delante del largo y apasionante Code:
Verónica y justo por detrás de mi añorado Resident Evil 2. Y es que
claro, era el primero de la saga que jugué, y encima tan grande como éste, que
compré en su día junto a mi vieja Playstation.
Como iba diciendo, esta pequeña joya que se ha sacado de la manga Tose, la desarrolladora tras el juego,
ha sido portado posteriormente a otras plataformas como Xbox 360, Wii U, PS3 y
PC en versión HD. La dirección corre a cargo de Koushi Nakanishi, cabeza que estaba detrás del mencionado equipo de
Tose, una compañía muy desconocida que lleva muchos años en la sombra y de la
que probablemente tengáis algún juego en vuestras estanterías sin saberlo. Ya
os hablaré de ella en otra ocasión. Para que os vayáis haciendo una idea, es la
creadora de la saga Super Butouden de Dragon Ball de Super Nintendo.
Bueno, ya os he soltado lo que más me ha gustado del juego, que en
realidad, no dejar de ser un shooter,
más que un survival horror, pero que
se acerca un pelín al planteamiento de los primeros “resident”, con algún
pequeño puzzle (pantalla táctil mediante), o esos documentos que te vas
encontrando por el camino que arrojan algo de luz acerca de la trama, algo que
siempre me ha gustado bastante. El aspecto gráfico, basado en el motor grafico
de Resident Evil 5 es admirable, y
saca gran partido a las posibilidades de la consola, posiblemente los mejores
de 3DS de lo que yo haya visto. Sin contar el sonido, muy en la línea de
anteriores trabajos, que saben ambientar cada situación a la perfección, con
mención especial al doblaje al castellano, que no está nada mal.
Otra de las cosas que me han gustado ha sido el modo Asalto, una suerte de modo Mercenarios
similar al de otros juegos de la saga que se me antoja muy divertido y que
podemos jugar acompañados vía local o wifi, aunque solo consista en ir de un
punto A a un punto B por distintas localizaciones del modo Campaña (el modo
historia, vaya). Pero ir superándolos poco a poco con sus tres niveles de
dificultad y obteniendo las máximas puntuaciones me han tenido bastante
entretenido durante muchas horas. Y más si tenemos en cuenta mi afán
explorador, que me incita a rebuscar en cada esquina, de cada habitación, de
cada cajón, en pos de ese ítem raro que hay en cada juego. Eso sin contar con
el Genesis (no es la Mega Drive ni
nada bíblico, no), esa especie de escáner, exclusivo del modo campaña, que
utilizamos para rastrear aún más si cabe los recónditos rincones del barco, que
no sé si lo he dicho, pero casi todo el juego transcurre en un transatlántico
que bien podría recordar al Titánic.
El juego desentrama una historia que no está nada mal, con varias
organizaciones gubernamentales entre medias de un grupo terrorista biológico,
en fin, no os voy a contar mucho, que eso es cosa vuestra. Además el juego está
estructurado por capítulos, como si fuera una serie televisiva, además al
empezar cada capítulo os endiñan un “previously” recodando lo acaecido en el
anterior. Un detalle curioso. Por cierto, empezad el juego en modo normal, nada
de modo fácil, que es demasiado sencillo, a no ser que seáis novatos… Además el
modo campaña no es muy largo, unas 10-12 horas.
Ahora es cuando viene el momento de mis elucubraciones. Me imagino un
juego de la franquicia con este mismo control, en esa tercera persona, apuntando
con la mira láser (o incluso apuntando automáticamente, cómo en los antiguos
“resident”, por qué no) volviendo a la estructura antigua, con estrechos
pasillos, balas justitas, enemigos contados, con zombis como los de antes, con
esa máquina de escribir antigua para salvar partida, con sus baúles,… Ay, cómo
me gusta soñar.
En fin, hasta nuevo aviso, para mí se convierte en el mejor juego de la
consola. Creo que con eso está todo dicho.
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