Hoy os vengo a hablar de ‘Mamá’, la película de terror producida por Guillermo del Toro que ha arrasado en cines de medio mundo, intentando no hablar del miedo que me causó pagar la entrada del cine, que cada vez están más caras.
‘Mamá’ está basada en el cortometraje homónimo de Andrés Muschietti y cuenta la historia de Lucas (Nikolaj “Jaime Lannister” Coster-Waldau) quien, tras la desaparición de su hermano en extrañas circunstancias, encuentra a sus sobrinas en una casa perdida en medio del bosque, que han conseguido sobrevivir solas durante mucho tiempo. Así, él y su novia Annabel (Jessica Chastain) se harán con la custodia de las niñas para cuidarlas, sin saber que han dejado entrar en su nueva casa a una tercera invitada.
Un argumento muy interesante; es una lástima que los personajes, poco trabajados, no consigan crear un vínculo 'fuerte' con el espectador.
La primera parte de la película despierta mucho interés. De hecho, los créditos iniciales, con la "animalización" de las niñas a través de sus dibujos en la pared, y el primer encuentro con las mismas, resultan espeluznantes.
Sin embargo, a partir del último tercio, el desarrollo del argumento se vuelve renqueante y poco sólido. En esta parte, sin duda, lo mejor es el final que nos regala (‘regala’ es un decir… 7,20 euros por butaca…), un final complejo desde el punto de vista moral que, sin duda, es lo mejor de la película
Otro punto a favor del film es su rescate de la ambientación del cine clásico del género: la casa en la qu epasan cosas extrañas, las niñas que dan mal rollo, el bosque... el único inconveniente es que se queda ahí, en un "rescate": toma el cuerpo pero olvida revivirlo.
Como punto fuerte, destaca que los personajes se escapen de lo arquetípico, mostando cualidades muy humanas, con sus contradicciones y dualismo. En este sentido, hay que decir que el hermano de Cersey, Jamie Lannister, tiene un papel casi anecdótico en la cinta: aparece muy poco para lo mucho que puede ofrecer. En realidad, la película acaba girando en torno a las niñas y Annabel. Incluso, me atrevería a decir que el temido espectro materno aparece en más escenas que Lannister (algo que, por otra parte, hace que la película acabe resultando menos terrorífica y parezca un telefilm de las 3 de la tarde en el que dos mujeres luchan por la custodia de unas niñas).
Acerca de la iluminación: Si en el cortometraje original reina la oscuridad y el desamparo lumínico, en la película ocurre todo lo contrario: siempre parece de día (cuando están en el interior de la casa parece que estuviesen rodeados de farolas y, en exteriores, parece como si la luna fuera un foco de 1000 Watios). Una práctica ésta de hacer que los exteriores por la noche se vean muy iluminados (o azules) que, por desgracia, se está extendiendo mucho en los últimos años. No me entendáis mal: son cosas que se usan desde que el cine es cine (en El Señor de los Anillos, por ejemplo, es difícil distinguir una escena nocturna de una diurna)... pero tal vez ese sea el problema, que el hollywood más comercial no ha sabido hacerlas evolucionar. Además, el hecho de que, cuando lo necesitan (como la escena del psicólogo en la casa del bosque) la oscuridad sea ‘oscura’ en lugar de más-o-menos luminosa hace que la película, en este sentido, pierda consistencia.
En general, una película de miedo muy correcta, pero me aburriría si volviese a verla (cosa que no me pasa con otras películas de este género, que siguen dando miedo pese a verlas una y otra vez).
Como extra, os dejo el corto en el que se basa la película (un corto que, por otra parte, tiene una realización impecable. El plano secuencia que marca el ritmo es, simplemente, asombroso).
extra 2: parecidos razonables
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