Papa
conduciendo con el gesto impasible, mamá de copiloto dando la tabarra a papá
acerca de cómo debía conducir. En la parte trasera la mojigata de tu hermana
dándote la brasa a un lado, y al otro tu abuela echándote un sermón para que no
le des más collejas a tu hermana. El calor es sofocante, el maletero va a
explotar, la baca parece una pirámide con tanto trasto, el coche agoniza de
tanto peso y tu solo podías resignarte a rezar para que llegaseis cuanto antes
a la playa.
Así es como
empezaban las vacaciones de verano para la mayoría de chavales de nuestra
generación, las perspectivas no eran muy esperanzadoras, más bien desastrosas.
Suerte que junto a nuestra Game Boy llevábamos una caja, en forma de cofre del
tesoro, lleno de juguetes del verano.
Las
vacaciones de verano podían hacerse largas si no ibas bien equipado, a veces te
hubiese gustado meter a los amigos en el maletero pero tus padres se oponían
incomprensiblemente…
Tu única vía
de escape eran los juguetes del verano, ya sea sólo o acompañado te hacían más
amenos los interminables veranos con la familia. Hagamos un repaso a estos
nostálgicos juguetes.